9 de noviembre de 2009

Recuperando el aliento

Ya entregué la tesis. El día miércoles la dejé en Mesa de Partes de mi ex- (ahora sí, ex) Facultad. Estoy esperando que la lea un profesor consultor, además de mi asesora, para que la aprueben y me den fecha de sustentación. Es una sensación extraña. No entiendo bien todavía cuál es mi estado. Supongo que "tesista" sigue siendo el término apropiado. Pero me refiero a algo más allá de un asunto administrativo. ¿Qué soy? ¿un graduado a medio graduar? ¿un bachiller optimista? Quizás he puesto demasiadas expectativas en la obtención de la Licenciatura. Quizás no sea tan importante en el mercado profesional de hoy en día...

Pero sí será un sueño cumplido, la posibilidad de aportar algo original y propio a la bibliografía arguediana. Dicen que, años más tarde, leeré esa tesis y me sonrojaré por los errores y carencias, ingenuidades e imprudencias cometidas por un joven ambicioso. Dicen que es como el primer amor, aquel que más nos ilusiona y que entendemos menos. De hecho, mi tesis trata acerca de la cuestión de género, concretamente, la construcción de las masculinidades. Por eso, es un trabajo que involucra tanto una revisión de mis conocimientos adacémicos, como una interpelación sobre mi vida personal.

Ahora, ¿qué se viene? Probablemente, buscar una beca para estudiar afuera, en Estados Unidos o Francia; mejorar el inglés, estudiar francés u otro idioma; dar exámenes y seguir trabajando. El sábado celebré con una visita a una cevichería bonita, quizás se venga una que otra celebración más... Hay que ir devolviendo toda la ayuda que mi gente me ha prestado. Por ahora, espero la fecha de sustentación leyendo otras cosas, poniéndome al día con mis asuntos laborales, tratando de retomar el fulbito. Después de tiempo, bastante tiempo metido de cabeza en la tesis, siento que estoy volviendo a flote. Recupero el aliento, lleno de aire los pulmones. Una etapa está pasando, una nueva comienza. "¡Ahí voy si no me caigo!"