5 de enero de 2010

Taller de cómic por Renso González (director de la revista Carboncito)

Renso González, firme y entusiasta creador y difusor del cómic peruano, director de la excelente revista Carboncito, dictará en los próximos días un taller para todo aquel que desee internarse en este arte. Una gran oportunidad para aprovechar las horas libres este verano, ¿no creen? Lo recomiendo.

Pueden ver los datos en su página web: http://www.carboncito.blogspot.com/

2 de enero de 2010

Algo más que un punto y una coma: las tutorías de lenguaje de UPC

Las tutorías de lenguaje de UPC son un servicio especialmente rico, tanto para el educando como para el tutor. A continuación, refiero algunas lecciones aprendidas a partir de mi propia experiencia en el dictado.

Hace dos años y medio ingresé a trabajar en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, específicamente, a dictar las tutorías de lenguaje, clases personalizadas de una hora en las que se atiende las dudas particulares del estudiante sobre los cursos de lenguaje. Los primeros días fueron terribles: no sabía la ración ideal de información que era preciso brindarle al alumno y tenía que ponerme al día con las lecturas semanales de 7 cursos distintos.

Poco a poco, mientras corrían las semanas en el B-21, tomé nota de ciertos puntos claves. Al ser libres, el alumno podía elegir cuándo y con qué ritmo acceder a las tutorías. Cabe resaltar, igualmente, que los estudiantes que recibíamos no eran los mejores; justamente, eran aquellos que encontraban serios obstáculos para aprobar. Por ello, era necesario darles una perspectiva del sentido que tenían nuestras actividades, las cuales, aunque parecían girar sobre temas mínimos y, a veces, intrincados, eran retos que el alumno debía sobrepasar en un camino mucho más amplio: su carrera universitaria.

Asimismo, captar su atención con un trato paciente y dedicado era esencial, además de resaltar los resultados concretos que íbamos logrando sesión a sesión y destacar que, en cada una, se iba a dar sólo un paso de un largo camino. Las tutorías son un proceso, no un remedio mágico, y el alumno debía estar consciente de eso. También fui apreciando el agradecimiento y el entusiasmo de los tutoriados, quienes suelen reaccionar de manera generosa, en la mayoría de los casos, ante un trabajo serio. Recuerdo con cariño a dos alumnas de EPE (carreras para ejecutivos) que me regalaron unas galletas y una gaseosa al final del ciclo. Más que el objeto, importaba la confianza que depositan en el educador. Esta relación debe tomarse con ecuanimidad, de modo que el alumno entienda que, al estar cerca de sus dificultades, nuestra labor es ayudarlos a superarlas dándoles la adecuada orientación.

En algunas ocasiones, escuchar sus problemas en los estudios conduce a conversaciones sobre temas que sobrepasan la competencia específica de las tutorías. Uno de los más comunes son las críticas de los alumnos hacia los profesores, que comprenden desde a sus métodos de enseñanza, hasta las fricciones de tipo personal. Pocos espacios existen tan propicios para recibir sus impresiones como éste, pues se establece a partir de su propia iniciativa y no se encuentra regida por la vigilancia inmediata del profesor. Entonces, es indispensable tener prudencia al dar consejos a los estudiantes, además de desplegar una escucha abierta y sin prejuicios. Sin duda, aparte de ello, el tutor debe saber manejar esta información con el respeto debido por la labor del docente.

Finalmente, un campo en el que mi aprendizaje fue tan complejo como los anteriores fue la convivencia con los compañeros de trabajo. En el pequeño salón en el que se dictan las tutorías, es imposible no incomodarse, a veces, con la voz muy alta de un colega a breves metros de distancia, identificar problemas en el funcionamiento del servicio o, lo más delicado, percibir que el trabajo de algún compañero no aporta con el del equipo.

Felizmente, algo que caracteriza a la Coordinación de Lenguaje en UPC (dentro de la cual se enmarcan las tutorías) es el diálogo constante y la búsqueda perenne de mejorar las herramientas educativas. En las reuniones del equipo de tutores de cada semana, las charlas con los colegas y la atención de los jefes, los distintos temas de discusión se pusieron sobre el tapete y primó el espíritu de brindar una buena atención a los alumnos y perpetuar el prestigio del servicio. En este contexto, se reforzó mi convicción de plantear con cabalidad aquello que debe ser corregido, así como la relevancia de la tolerancia en el trabajo en grupo.

Las tutorías de Lenguaje son una experiencia única y valiosa. Hoy, que he pasado al rol de profesor, comprendo que tanto educando como educador se encuentran en un constante aprendizaje, y que la retroalimentación en ambas direcciones es imprescindible para cumplir el común objetivo de la enseñanza universitaria. Ojalá se logre establecer un lugar físico de trabajo más amplio para este servicio y se estrechen las relaciones entre las tutorías y las distintas coordinaciones de los cursos, pues su papel es muy importante en el entramado de la Coordinación de Lenguaje en UPC.