10 de mayo de 2013

Soñando despierto: la diferencia entre lo maravilloso y lo fantástico

Para recordar la genialidad de García Márquez en Cien años de soledad, el profesor Ricardo González Vigil citó aquel pasaje en el que José Arcadio Buendía sueña que camina por su casa. Pasa de cuarto en cuarto, cada uno exactamente igual al anterior. Este sueño se repetía todas las noches, mientras dormía en su cama, adonde lo trajeron con pena después de haberlo atado a un viejo castaño. Lo habían amarrado allí debido a su incómoda costumbre de hablar con muertos. Pero cuando su hijo el coronel Aureliano Buendía envió un telegrama previendo su muerte, lo devolvieron a la casa. Solo, José Arcadio soñó de nuevo con esos cuartos, pero en uno de ellos, esta vez, no había puerta que conduzca a otro siguiente. Allí se quedó, observando las paredes mudas.

González Vigil afirmó que este sueño era una hermosa metáfora de la muerte, digna del mejor Borges, que demostraba que en Cien años de soledad convivían lo “maravilloso” y lo “fantástico” y que las clasificaciones de la historia de la literatura podían llevarnos a generalizaciones engañosas sobre las obras literarias. “A propósito, saben la diferencia entre lo maravilloso y lo fantástico, ¿no es cierto?”-, nos preguntó. Uno de nosotros se animó a contestar: -“La diferencia es que en lo maravilloso ocurren cosas increíbles, fenomenales, pero a los personajes esto no les produce mayor sorpresa”-. Se hizo un breve silencio. “En cambio” –continuó el alumno- “en lo fantástico ocurren cosas raras, no necesariamente extraordinarias, pero que sí logran desestabilizar el universo cognitivo de los personajes”. En su respuesta estaba resumida buena parte de nuestros 5 años de pregrado.

“No” –dijo el profesor-, “eso es incorrecto, ¿no se acuerdan de Kristeva?”. Alguien diría que sentimos inseguridad, vergüenza, un poco de tristeza. “Kristeva hace la diferenciación más pertinente que conozco. En lo maravilloso, no tiene que ver la reacción de los personajes. Lo esencial de lo maravilloso es que la trama es considerada como verdadera por una comunidad cultural materialmente existente”. “En lo fantástico” –continuó- “lo narrado ha sido inventado por el autor, sin base en mitos o creencias compartidas, sino que lo ha creado con su propia imaginación, sabiendo que no es verdadero, pero que, por sus semejanzas con la realidad, generará un efecto singular en el lector que llamamos, así mismo, fantástico”. Varios alumnos intentaron cuestionar esta idea y respaldar la intervención del primer estudiante.

González Vigil respondió resumiendo la trama del Fausto, de Goethe; el cuento de Jacobs, La pata de mono; y varios otros relatos. Hablando sin parar, no se dio cuenta de que la profesora que tocaba la puerta, junto a sus impacientes alumnos, debía haber empezado su clase hacía 15 minutos. El profesor cogió sus libros como si diminutos duendes fuesen a robárselos y terminó de hablar cuando ya ponía un pie en el pasillo, para despedirse, dos metros fuera del aula, con una mano entreabierta.

http://comicamericano.blogspot.com/2010/10/la-pata-de-mono-cuento-y-adaptacion-por.html
Esa noche, antes de dormir, recordé cada momento de la clase, los aires del alumno que contestó, el frío en las piernas cuando el profesor refutó, la pata de mono sostenida por Gregorio Samsa, quien debía haber soñado con la casa vacía de José Arcadio la noche previa a despertarse tan descompuesto. Escuché de nuevo la silla del profesor crujiendo por los saltitos que daba, acalorándose con cada historia. Me acordé de Ernesto y su niña pianista, muy parecida a la señorita Cora que visitó Cortázar. Y me pregunté si alguien soñaría con un chico que no podía dormir. Y si ese otro buscaría un tesoro, como el cairota que Borges recopiló en “Historia de los dos que soñaron”, aquel que soñó bajo una higuera, no igual aunque parecida al castaño donde José Arcadio hizo las pases con el hombre a quien asesinó. 

Nota:
La ilustración de La pata de mono es de autoría de Alberto Breccia, para la adaptación en cómic sobre el cuento que realizó junto con el guionista C. Trillo (http://comicamericano.blogspot.com/2010/10/la-pata-de-mono-cuento-y-adaptacion-por.html)